No necesitas una rutina de 12 pasos para cuidar tu piel. Pero sí necesitas los pasos adecuados.
En Nuniq lo tenemos claro: si vas a hacer solo tres cosas, que sean estas:
Limpiar. Hidratar. Proteger.
Y sin embargo, la limpieza—la más básica de todas—es la que más se salta.
“No uso maquillaje.”
“No he salido de casa.”
“Me lavé la cara ayer.”
¿Te suena? Pues toca replanteárselo.
Tu piel no está sucia, pero no ha parado en todo el día
Incluso en un día tranquilo, tu piel ha estado trabajando.
Produce sebo, un aceite natural que hidrata y protege. De media, generas entre 1 y 3 cucharaditas al día (sí, lo suficiente como para freír un huevo). Y además: sudor, células muertas, manos que van a la cara sin darte cuenta…
Y eso sin contar con todo lo que viene de fuera: polución, polvo, bacterias que se duplican cada 20 minutos…
Si vives en ciudad, tu piel está expuesta a un 200–300 % más de estrés oxidativo que si vivieras en el campo. ¿Consecuencias? Daño celular, pérdida de colágeno y envejecimiento prematuro.
Limpiar tu cara no es un capricho. Es un reset necesario, cada noche.
Solo necesitas 60 segundos (bien hechos)
No se trata de hacer un ritual eterno. Se trata de hacerlo bien. Aquí, menos es más:
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Una vez al día puede ser suficiente (por la noche)
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30 a 60 segundos bastan
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Agua tibia, nunca caliente
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Presión suave o media
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Siempre con un paño limpio (los de bebé son perfectos)
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Cambia la funda de la almohada cada 2 o 3 días
No todos los limpiadores son iguales
Hay demasiados productos ahí fuera, pero lo que realmente marca la diferencia son los surfactantes.
Son los ingredientes que hacen espuma y limpian. Pero no todos limpian igual.
Los sulfatos (como SLS, SLES o ALS) arrasan con todo: suciedad, grasa... y también con la barrera natural de tu piel. Si la tienes sensible o seca, peor aún.
Por eso en Nuniq usamos surfactantes derivados del coco: limpian en profundidad pero con suavidad. Sin agredir, sin resecar, sin comprometer tu piel.
Un solo limpiador. Distintos tipos de piel. Así lo conseguimos.
No necesitas un producto diferente para cada tipo de piel. Solo necesitas una fórmula bien pensada.
La nuestra ( Drama Dealer ) funciona así:
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¿Tienes la piel grasa o mixta? La niacinamida regula la producción de sebo y ayuda a afinar los poros.
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¿La tienes seca o sensible? La glicerina aporta hidratación y mantiene la barrera en equilibrio.
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¿La tienes normal, sensible o simplemente quieres cuidarla más? Los surfactantes de coco limpian sin alterar el equilibrio natural.
Un solo producto. Resultados para todas.
La conclusión: menos agresiones, más equilibrio
La limpieza no es la parte más glamurosa de tu rutina… pero es la más importante.
Cuando limpias bien (sin pasarte), todo lo demás funciona mejor: la hidratación penetra más, la piel reacciona menos, y tu rostro se ve y se siente mejor.
Como todo lo que hacemos en Nuniq, este limpiador está pensado para cuidar de tu piel y del planeta.
¿Tienes dudas sobre tu tipo de piel o sobre nuestra fórmula?
Escríbenos, estamos aquí para ayudarte.