Tu cuero cabelludo también es piel
Pasamos horas viendo rutinas faciales, aplicando ácido hialurónico, glicerina o péptidos en la cara. Pero la piel que está solo unos centímetros más arriba —el cuero cabelludo— casi nunca recibe la misma atención. Y debería.
A diferencia del resto del rostro, el cuero cabelludo tiene una alta densidad de folículos pilosos y glándulas sebáceas. Estas pequeñas estructuras secretan sebo, el aceite natural que protege y da brillo al cabello. Perfecto para la melena, pero que convierte al cuero cabelludo en un microecosistema único: más graso, más delicado y con necesidades propias.
Cuidado del cuero cabelludo vs. cuidado del cabello
Piénsalo así:
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Champú = cuidado del cuero cabelludo. Su función principal es limpiar, eliminando suciedad, grasa y residuos.
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Acondicionador = cuidado del cabello. Está diseñado para hidratar y proteger el tallo capilar, de medios a puntas.
El champú debe aplicarse masajeando suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos (nunca con las uñas). Así se estimula la circulación, llega más oxígeno y nutrientes a los folículos y, de paso, mejora el estado de ánimo. Si usas un masajeador capilar, todavía mejor: multiplica el efecto y la sensación de bienestar.
El acondicionador, en cambio, solo en medios y puntas. Aplicarlo en el cuero cabelludo —sobre todo si tiende a ser graso— puede generar acumulación y empeorar el problema.
Cómo saber si tu cuero cabelludo está feliz
Un cuero cabelludo sano pasa desapercibido. Señales de alarma:
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Picor persistente → suele indicar acumulación o irritación.
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Enrojecimiento o sensibilidad → posible inflamación.
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Escamas o residuos → quizá necesites ajustar tu rutina de lavado.
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Mal olor → síntoma de desequilibrio.
Si notas algo de esto, toca replantear tu cuidado.
Diferentes cabellos, diferentes necesidades
No todos los cueros cabelludos se comportan igual.
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Cabello liso → el cuero cabelludo suele ser más graso, necesita lavados más frecuentes.
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Cabello rizado u ondulado → tiende a ser más seco, tanto en la melena como en el cuero cabelludo. Lavarlo menos puede ayudar a conservar la hidratación natural.
La clave es el equilibrio: ni tirante ni graso, ni con picor.
Por qué importa el cuidado del cuero cabelludo
Los productos capilares suelen actuar sobre lo visible: el cabello. Pero si buscas fuerza y densidad a largo plazo, todo empieza en la raíz. Un cuero cabelludo sano mantiene los folículos nutridos y en buen estado, favoreciendo el crecimiento.
Como en un jardín: el acondicionador da brillo a las hojas, pero el champú y el cuidado del cuero cabelludo mantienen la tierra fértil.
En Nuniq entendemos el cuidado capilar como un todo. Nuestro Champú Planet Pleaser limpia y calma el cuero cabelludo sin sulfatos, mientras que el Acondicionador Planet Pleaser hidrata y suaviza el cabello sin siliconas.
Y para elevar la rutina, nuestro Masajeador de cuero cabelludo convierte el lavado en un momento de autocuidado: activa la circulación y aporta relajación en un solo gesto.