Woman washing her hair with shampoo

Cuidado del cuero cabelludo: La piel olvidada que guarda el secreto de un pelo sano

Tu cuero cabelludo también es piel

Pasamos horas viendo rutinas faciales, aplicando ácido hialurónico, glicerina o péptidos en la cara. Pero la piel que está solo unos centímetros más arriba —el cuero cabelludo— casi nunca recibe la misma atención. Y debería.

A diferencia del resto del rostro, el cuero cabelludo tiene una alta densidad de folículos pilosos y glándulas sebáceas. Estas pequeñas estructuras secretan sebo, el aceite natural que protege y da brillo al cabello. Perfecto para la melena, pero que convierte al cuero cabelludo en un microecosistema único: más graso, más delicado y con necesidades propias.

Cuidado del cuero cabelludo vs. cuidado del cabello

Piénsalo así:

  • Champú = cuidado del cuero cabelludo. Su función principal es limpiar, eliminando suciedad, grasa y residuos.

  • Acondicionador = cuidado del cabello. Está diseñado para hidratar y proteger el tallo capilar, de medios a puntas.

El champú debe aplicarse masajeando suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos (nunca con las uñas). Así se estimula la circulación, llega más oxígeno y nutrientes a los folículos y, de paso, mejora el estado de ánimo. Si usas un masajeador capilar, todavía mejor: multiplica el efecto y la sensación de bienestar.

El acondicionador, en cambio, solo en medios y puntas. Aplicarlo en el cuero cabelludo —sobre todo si tiende a ser graso— puede generar acumulación y empeorar el problema.

Cómo saber si tu cuero cabelludo está feliz

Un cuero cabelludo sano pasa desapercibido. Señales de alarma:

  • Picor persistente → suele indicar acumulación o irritación.

  • Enrojecimiento o sensibilidad → posible inflamación.

  • Escamas o residuos → quizá necesites ajustar tu rutina de lavado.

  • Mal olor → síntoma de desequilibrio.

Si notas algo de esto, toca replantear tu cuidado.

Diferentes cabellos, diferentes necesidades

No todos los cueros cabelludos se comportan igual.

  • Cabello liso → el cuero cabelludo suele ser más graso, necesita lavados más frecuentes.

  • Cabello rizado u ondulado → tiende a ser más seco, tanto en la melena como en el cuero cabelludo. Lavarlo menos puede ayudar a conservar la hidratación natural.

La clave es el equilibrio: ni tirante ni graso, ni con picor.

Por qué importa el cuidado del cuero cabelludo

Los productos capilares suelen actuar sobre lo visible: el cabello. Pero si buscas fuerza y densidad a largo plazo, todo empieza en la raíz. Un cuero cabelludo sano mantiene los folículos nutridos y en buen estado, favoreciendo el crecimiento.

Como en un jardín: el acondicionador da brillo a las hojas, pero el champú y el cuidado del cuero cabelludo mantienen la tierra fértil.

En Nuniq entendemos el cuidado capilar como un todo. Nuestro Champú Planet Pleaser limpia y calma el cuero cabelludo sin sulfatos, mientras que el Acondicionador Planet Pleaser hidrata y suaviza el cabello sin siliconas.

Y para elevar la rutina, nuestro Masajeador de cuero cabelludo convierte el lavado en un momento de autocuidado: activa la circulación y aporta relajación en un solo gesto.