Yuka: Useful? Unfair? We’ve got thoughts.

Yuka: ¿Útil? ¿Injusta? Aquí va nuestra opinión.

Si alguna vez has escaneado un bote de champú últimamente, probablemente te has cruzado con Yuka — la app que te da una puntuación en segundos. Su crecimiento ha sido brutal: decenas de millones de usuarios y una influencia real en lo que acaba (o no) en nuestras cestas de la compra.

Pero… ¿es justa? ¿Es precisa? ¿Se puede confiar en ella?
Vamos por partes.

Primero lo primero: nosotras también la usamos. Mucho.

En Nuniq no somos nuevas en esto de leer listas de ingredientes. De hecho, las leemos cada día. Y aún así, Yuka suele ser lo primero que abrimos al revisar una fórmula. Es rápida, práctica y muy útil para tener una visión inicial.

Obviamente, no nos quedamos ahí — pero para empezar, es una gran herramienta. Señala los ingredientes que evitamos (muchos de ellos en nuestra Blacklist) y nos da una idea clara de cómo se percibirá un producto. Para formular, nos viene genial.

¿Cómo puntúa Yuka los cosméticos, exactamente?

Yuka evalúa los productos cosméticos en función del riesgo potencial de cada ingrediente. Clasifica cada uno como:

  • Sin riesgo (verde)

  • Riesgo bajo (amarillo)

  • Riesgo moderado (naranja)

  • Riesgo alto (rojo)

La puntuación final del producto se basa en la cantidad de ingredientes de alto riesgo, su concentración, y los datos científicos disponibles. Si un ingrediente está en rojo —aunque esté en muy baja proporción— puede afectar bastante al resultado global.

¿Y qué tipo de ingredientes se suelen señalar?

Algunos ejemplos frecuentes:

  • Alérgenos como linalool o limonene (presentes de forma natural en aceites esenciales). Son inofensivos para la mayoría, pero si tienes piel sensible, pueden causar reacción.

  • Conservantes como phenoxyethanol — aceptado por la normativa, pero puntuado como riesgo moderado por su potencial irritante.

  • Siliconas, PEGs o posibles disruptores endocrinos — evaluados por su impacto ambiental o riesgos a largo plazo.

  • Fragancia (“parfum”) — cuando no se especifica, se marca con precaución porque puede incluir alérgenos no detallados.

¿Significa esto que un producto con una puntuación baja es “malo”? No. Pero sí significa que tienes derecho a saber qué lleva — y decidir tú.

Como toda herramienta, hay que saber usarla.

Aquí viene lo interesante. En estos años nos hemos encontrado con los dos bandos de Yuka.

Por un lado están las personas que la adoran — y que nos felicitan por nuestras puntuaciones (sí, la mayoría de nuestros productos tienen calificación “Excelente” — y algunos incluso 100/100, que no es nada fácil). Saben lo difícil que es formular sin atajos y valoran el esfuerzo.

 

Y por otro lado, están quienes no se fían de este tipo de apps, y te miran raro si las usas como referencia. ¿Su argumento? Siempre el mismo:

“No es justo con las marcas que tienen malas puntuaciones. Esos productos también pueden ser buenos.”

Y oye, razón no les falta. Pero... ¿quién suele decir esto?

Normalmente no es el consumidor. Son las marcas, los laboratorios o las tiendas que venden productos que salen mal parados en la app. Y lo entendemos: debe ser frustrante.

Pero eso no quita una cosa…

Dar información no es atacar.

En Nuniq creemos que quien compra tiene derecho a saber qué se pone en la piel o en el pelo. Yuka no es perfecta — tiene sus límites — pero va en la buena dirección.

Sí, a veces penaliza ingredientes que no suponen riesgo real para ti (como los alérgenos si no eres alérgica). Y sí, no siempre tiene en cuenta el contexto, la combinación ni la concentración exacta. Por eso hay que usarla con cabeza y no quedarse solo con el número.

Pero reducirla a “injusta” o “poco científica” es pasar por alto lo esencial. Yuka no pretende castigar a nadie — pretende dar herramientas. Invita a hacer preguntas, leer etiquetas y elegir con más conciencia.

Y eso, para nosotras, siempre será positivo.

¿Nuestra conclusión? Información = poder.

Con etiquetas de 30 líneas y nombres que parecen sacados de un laboratorio, cualquier herramienta que facilite entender lo que compras es bienvenida. Yuka no es el juez supremo, pero es un buen punto de partida — si sabes cómo usarla.

Nosotras vamos a seguir formulando con honestidad y transparencia. Y también vamos a seguir celebrando nuestras buenas puntuaciones, porque significan que nuestras fórmulas son limpias, eficaces y sin trampa.

Pero sobre todo, vamos a seguir defendiendo que cuanta más información tenga el consumidor, mejor.
Se lo merece.